Los que cantamos, debemos tener especial cuidado con los nervios, la verguenza o simplemente los estados de ánimo, pues nuestro instrumento es nuestro cuerpo y se resentirá si no se encuentra en óptima forma. No solo debemos velar porque nuestra garganta esté bien, sino además, el cuerpo en general y especialmente nuestros nervios. Cuándo cantamos con nervios, no lo hacemos al máximo de nuestra capacidad, la voz pierde brillo y color, no llegamos a las notas, algunos incluso notarán ese famoso temblequeo de la voz, los gallos afloran... Es un círculo vicioso: si estamos nerviosos cantamos mal, y si cantamos mal nos ponemos más nerviosos, lo que a su vez hace que cantemos mal...
Bien, os daré el consejo que me hizo superar el miedo escénico, ya sea en conciertos, cantando con amigos, en casa...
NO PENSÉIS EN AQUELLO QUE PUEDE SALIR MAL.
Con ésto me refiero a eliminar los pensamientos negativos. Es común pensar en" ¿y si se me escapa un gallo?¿Y si se me olvida la letra?¿Y si se rien de mi?". Cuándo os encontréis pensando en cosas negativas, cambiad de tema, olvidadlo, no penséis ni refléxionéis sobre ello. Se que es dificil esquivar pensamientos pero con práctica se puede. En el momento en que el pensamiento asome, rápidamente pensad en otra cosa. Ésto os dará más confianza en vosotros mismos, os evitará el sufrimiento preconcierto y además, cantaréis mejor. Puede parecer una tontería, pero es un antes y un después a la hora de subir al escenario. Recordad: Esquivad los pensamientos negativos, y todo irá como la seda.
¡Espero vuestras opiniones y experiencias!